Este es un buen ejemplo de cómo la falta de información, o de investigación, pueden transformar totalmente un hecho.
Vean esta noticia: Detienen a una mujer que cobraba la pensión de un habitante de Suncho Corral … cualquiera que la lea, pensará lo peor, qué HDP esta mina, una porteña que desde Buenos Aires iba al banco y cobraba la pensión de un pobre viejo que vive en un pueblucho de Santiago del Estero.
Entonces vino el juez, un héroe que ante la denuncia allanó el departamento capitalino de la mujer, la atrrestó y la trasladó de una a una cárcel de Santiago del Estero. ¡La mandó presa a Santiago del Estero!
¿Y la presunción de inocencia?
Las cosas a veces no son lo que parecen…
Bueno, veamos la versión que tengo yo. María Mónica Reguero es licenciada en sarvicio social. Trabaja hace años en una fundación que atiende a gente en situación de calle, sin techo, linyeras. Les consiguen dónde quedarse temporalmente, comida, les ofrecen ropa, baño, los ayudan a documentarse y a reinsertarse en la sociedad como parte activa y dejan de ser algo que está ahi tirado porque sobra. Quiso el destino que allá por 2004, en Buenos Aires, a ella le tocara atender a un viejito indigente. Él le contó que había nacido en Santiago del Estero, se llamaba Francisco Javier Rea, que no tenía DNI pero que sabía su número. Con estos datos, más trámites, más toma de huellas digitales, Reguero logró gestionar para Rea un DNI. Ya con DNI pudieron conseguirle asistencia médica y una pensión. Ya con eso, el viejito pudo alquilarse una piecita y empezó a tener una vida digna. Un año después, Rea no puede cobrar su pensión porque resultó ser que le habían transferido el beneficio a otra cuenta el Santiago del Estero. Reguero lo ayudó, hizo los trámites necesarios, supuestamente habían sido errores del banco, y solucionó el asunto. Ya muchos años después, en setiembre último, Francisco Rea se enferma y muere, a los 84 años. Un mes después se allana la vivienda de Mónica Reguero, se la detiene y traslada a Santiago del Estero. Acusada de cobrar la pensión de un viejo de Suncho Corrales, llamado Francisco Javier Rea y con el mismo número de DNI que el Francisco Javier Rea fallecido. Hasta la semana pasada, ella ya llevaba 25 días presa, lejos de su casa, por el delito de defraudación.
Un error en la oficina de documentación, un juez inhábil (ese es, en todo caso, un delito excarcelable), una mala jugada del destino… terminan en algo tan lamentable como esto. Imagináte que te sacan de tu casa y te llevan preso (encima a Santiago del Estero) por algo que es toda una confusión.
Y ellos en los diarios publican la noticia toda así, peliculezca, la villana que le sacaba la plata al pobre viejo pueblerino.
Ciclotímica :-) 