7 octubre, 2009
27 abril, 2009
Gatito
Esta mañana apareció un gatito un poco malherido en la puerta de mi casa. Acurrucadísimo, tanto, que todavía no sabemos si es nena o nene. Muy, muy decaído. Lastimado en el cuello y en el lomo, una de las heridas bien profunda, se llegaba a ver la capa adiposa.
Le dimos de comer y beber, y también le pusimos pervinox… pero ahi sigue, asustado, arinconado, triste.
Es lindo.
Hace unas horas se animó a tomar un poco de leche, pero no quiso comer atún.
6 abril, 2009
Mañas felinas
Cada vez que me toca darle el antiparásito a mi gatita es un sufrimiento, para mi. Se me parte el alma tener que darle a la fuerza la media pastilla molida, camuflada en un pedacito de queso. No es como con un perro. Se da cuenta, y escupe. Me ilusioné cuando el veterinario me dio como alternativa una pasta en jeringa. Morí de ternura con el prospecto ilustrado:
¡Qué genialidad ponérselo en el pechito o las patitas y que al limpiarse se comiera la pasta!! Pero, se volvió a dar cuenta. Se fregó contra otra cosa y cuando se fue a acicalar ya no le quedaba casi nada. Se lo puse en la comida, y no la quiso comer, ni comer nada hasta que no le lavé el plato. Y dárselo por la fuerza en la boquita, no, no puedo verla sufrir. ¿Ideas?