Esta mañana apareció un gatito un poco malherido en la puerta de mi casa. Acurrucadísimo, tanto, que todavía no sabemos si es nena o nene. Muy, muy decaído. Lastimado en el cuello y en el lomo, una de las heridas bien profunda, se llegaba a ver la capa adiposa.
Le dimos de comer y beber, y también le pusimos pervinox… pero ahi sigue, asustado, arinconado, triste.
Es lindo.
Hace unas horas se animó a tomar un poco de leche, pero no quiso comer atún.